Agua potable municipal

El agua de captación puede ser vulnerable a contaminantes accidentales o intencionados, así como a la meteorología o a los cambios estacionales. La supervisión de la calidad de su agua de captación le permitirá anticiparse a los cambios en el proceso de tratamiento que son necesarios para reaccionar frente a tormentas, proliferación de algas, vertidos industriales, vertidos químicos, estratificación/desestratificación de depósitos, actividad de construcción, vertidos de aguas residuales y otras incidencias naturales o provocadas por el hombre.

Proteja su presupuesto y reduzca costes operativos, como electricidad, productos químicos y fangos gracias a una monitorización efectiva de la materia orgánica e inorgánica. Mantenga la dosificación correcta de coagulante y los correspondientes ajustes del pH. Utilice parámetros de análisis tales como: carbono orgánico total (TOC), pH, conductividad, ORP, así como la carga bacteriana en su agua de captación para poder responder de manera eficiente ante eventos no deseados.

Proteja sus filtros y evite caros errores mediante la supervisión del rendimiento de los filtros en el tratamiento de agua municipal. Mantenga la producción total bajo control optimizando la cantidad de agua utilizada para el retrolavado, así como la calidad del agua antes de la desinfección. El hecho de disponer de turbidímetros fiables en la salida de cada filtro le proporciona seguridad y tranquilidad. Entre los parámetros de filtro se incluyen: turbidez, sólidos en suspensión, alcalinidad y recuento de partículas.

El control de la turbidez del efluente no es solo un requisito para cumplir con la normativa, además garantiza que el agua final sea segura para el consumo público. Además de cumplir con los requisitos normativos, el control de la turbidez también resulta beneficioso para optimizar el rendimiento de los filtros, establecer ciclos de retrolavado para los filtros y detectar la ruptura de los filtros.

Ahorre dinero en recursos durante su proceso de desinfección mediante la localización de los recursos necesarios. La desinfección es un proceso complejo al que afectan una gran diversidad de factores. Si su agua tiene un nivel elevado de compuestos orgánicos, corre el riesgo de que se formen subproductos cancerígenos. Y si no agrega suficiente desinfectante, podrían proliferar los microbios. Hay disponible una amplia gama de métodos analíticos y de instrumentos que permiten satisfacer las necesidades específicas de cada planta y proceso, entre los que se incluyen la cloración, la cloraminación y la desinfección ultravioleta.

Con independencia del tipo de desinfectante utilizado, las pruebas analíticas pueden ayudarle a cumplir con la normativa, maximizar la eficiencia de los procesos de desinfección, determinar los valores de CT adecuados, optimizar la velocidad de las bombas de dosificación de reactivo, reducir el riesgo de subproductos derivados de procesos de desinfección y controlar los problemas de sabor y olor.

Mediante la supervisión del agua tratada dentro de la red del sistema de distribución de agua, puede identificar posibles problemas que supongan riesgos para la salud pública y amenacen el cumplimiento normativo. Una vez que el agua tratada sale de la planta, puede entrar en contacto con diversos componentes del sistema de distribución que alteren potencialmente la calidad del agua antes de que llegue a los consumidores. Esto hace que resulte difícil garantizar la calidad para el cliente y destaca la importancia del análisis de muestras tomadas sobre el terreno.

Hach ayuda a supervisar parámetros específicos en el sistema de distribución para garantizar el suministro de agua potable segura a la comunidad. La supervisión adicional también puede proporcionar un indicio temprano de problemas de nitrificación, pH, alcalinidad, dureza, conductividad, infiltración de agua, rotura de tuberías, antigüedad excesiva del agua o posibles infracciones de seguridad.